Basílica de los Sacramentinos desde calle Santa Isabel, esquina Pratt, Santiago.
En 1908 se embarcan desde Europa los primeros sacerdotes sacramentinos destinados a Chile, gracias a una campaña impulsada por Maria Lecaros de Marchant, quien se interesó por la congregación después de leer una publicación de la orden instalada en Argentina, su primera sede en América Latina.
Dos años más tarde, el proyecto contaría con una bendición especial del entonces Papa Pío XI y se le otorgaría a la vez, el carácter de "Templo Votivo Nacional" en homenaje al primer Centenario de la Independencia. Esto llevaría a que en 1911 se comenzara la construcción del templo con la cripta principal, encomendando la obra al arquitecto chileno Ricardo Larraín Bravo, quién por encargo de los mismos sacramentinos simuló la iglesia de Sacre Coeur de Francia, sede principal del movimiento religioso. La edificación de la cripta subterránea tomó ocho años en concretarce con una superficie de 1500 mts2.
En 1920 se inicia la construcción del templo superior, edificado por sobre la cripta, el avance fue lento debido al cambio experimentado por el barrio. Para ello, es contratado el celebre escultor chileno Aliro Pereira, quien realizaría las figuras de cemento blanco que exhibe el templo en su parte exterior. Este mismo año se ordenó el primer sacerdote sacramentino chileno.
Tiempo después, la basílica es coronada por una gran cruz románica de 3 metros y 250 kilos, la cual se desmoronaría tras el sismo de 1985, dejando el templo en condiciones deplorables, con amplios sectores de la cubierta desmoronados y con diversos de sus vitrales destrozados. En 1992 se erigiría nuevamente la cruz que cimaba la cúpula, reemplazándola por una realizada especialmente por Famae. Sin embrago, el resto de los daños ocasionados por el sismo no fueron reformados.
El estilo románico y las fuertes influencias bizantinas que el templo presenta, se deben a su parentesco con la iglesia francesa de Sacre Coeur. Su estructura fundamental es de hormigón armado lo que permitió la realización de la cripta de 1.500 m2 y una gran cúpula central ubicada sobre el altar que tiene una altura de 69 metros sobre el nivel del suelo, proporcionales a los 56 metros de su largo interior.
El conjunto consta de dos iglesias, cada una con tres naves. La primera se localiza en el zócalo en forma de cripta, esta se ilumina por altos ventanales que se abren a un patio ingles. La segunda iglesia, la superior, esta a 1.80 metros sobre el nivel del suelo. Los vitrales fueron encargados a Francia, en Argentina se hizo el altar mayor y de Alemania se trajo el órgano. Los parquets son chilenos, los primeros realizados en el país, el púlpito, los confesionarios y la sillería del coro, están tallados pulcramente en madera de lingue, en los talleres de los salesianos. También las ornamentales puertas de bronce que abren hacia el oriente.
El estilo románico y las fuertes influencias bizantinas que el templo presenta, se deben a su parentesco con la iglesia francesa de Sacre Coeur. Su estructura fundamental es de hormigón armado lo que permitió la realización de la cripta de 1.500 m2 y una gran cúpula central ubicada sobre el altar que tiene una altura de 69 metros sobre el nivel del suelo, proporcionales a los 56 metros de su largo interior.
El conjunto consta de dos iglesias, cada una con tres naves. La primera se localiza en el zócalo en forma de cripta, esta se ilumina por altos ventanales que se abren a un patio ingles. La segunda iglesia, la superior, esta a 1.80 metros sobre el nivel del suelo. Los vitrales fueron encargados a Francia, en Argentina se hizo el altar mayor y de Alemania se trajo el órgano. Los parquets son chilenos, los primeros realizados en el país, el púlpito, los confesionarios y la sillería del coro, están tallados pulcramente en madera de lingue, en los talleres de los salesianos. También las ornamentales puertas de bronce que abren hacia el oriente.
0 comentarios:
Publicar un comentario